Para aprender un idioma, los especialistas recomiendan ciertas técnicas que se adaptan a la velocidad o capacidad de aprendizaje de cada persona. Una de estas alternativas para mejorar el dominio del español, son los trabalenguas.
Los trabalenguas son una especie de juego de palabras, que representan una gran dificultad de pronunciación, con la intención de que la persona que los practica, pueda decir las palabras de una manera más fluida y recordarlas con facilidad, cuando las utilice en otro contexto.
En algunos lugares, se conocen como destrabalenguas por el efecto que causan al repetirlos constantemente. Se trata de textos cortos u oraciones, que fueron diseñados para que al pronunciarlos en voz alta, el locutor sienta dificultad en la pronunciación. Una de sus características es que son desarrollados con un lenguaje jocoso y de fácil recordación.
Los trabalenguas fueron creados para superar las dificultades que presentan algunas personas para pronunciar la doble r (rr), la letra z y también la s. Esta forma dinámica de aprender, busca crear en el individuo una agilidad especial para pronunciar palabras difíciles.
Por lo general, los trabalenguas están conformados por textos cortos y preferiblemente deben ser divertidos, para que los niños y adultos los puedan repetir muchas veces sin aburrirse. Ayudan también al conocimiento de nuevas palabras e incluso, el uso de otras que fonéticamente pueden sonar parecido, pero realmente son diferentes.
Cuando se trata de leer en voz alta, los trabalenguas son grandes aliados y una herramienta por demás valiosa. Cuando se lee este tipo de textos, lo ideal es que sean desconocidos para no tener en primera instancia, la capacidad de memorizarlo. Ese sería el segundo paso del proceso, pues inevitablemente al repetirlo una y otra vez, la persona termina por memorizarlo y con el tiempo, sentirá menos dificultad a la hora de recitarlo.
El nombre trabalenguas es bastante singular, ya que aunque en un principio puede ser muy retador, la práctica logra precisamente lo contrario, destrabar la lengua para obtener una mejor pronunciación.
Las opciones de trabalenguas son muchas e incluso, han sido diseñados para trabajar distintos aspectos de la pronunciación, como los fonemas. También son usados como un ejercicio con el que se puede desarrollar la dicción con mayor agilidad.
Estos juegos de palabras, por lo general buscan combinar fonemas similares y son creados con rimas y aliteraciones que estén compuestas por dos o tres secuencias de sonido. Por ejemplo:
– Lado, ledo, lido, lodo, ludo / decirlo al revés lo dudo. / Ludo, lodo, lido, ledo, lado, / ¡Qué trabajo me ha costado!
Un lector estándar podrá leer este trabalenguas sin equivocarse, si se toma su tiempo. La dificultad llega en el momento en que le pidan hacerlo con rapidez. Allí es donde quedará en evidencia la agilidad y la dicción de quien recita este tipo de textos.
El encanto de los trabalenguas, es que pertenecen a la literatura popular. En cada región existe uno propio y siempre deben ser de naturaleza oral.